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Estas son las claves del Big Data en la experiencia del consumidor que nos benefician a todos

Son las 8 de la mañana. Juan se despierta, coge su teléfono móvil y realiza una llamada. Durante toda la jornada, su smartphone ha generado numerosos datos de movilidad que lo definen como usuario. Estos datos, junto a los de otros usuarios, son agregados y anonimizados para evitar su identificación. Así nace la Inteligencia por Movilidad o Mobility Intelligence, información de alto valor para las compañías, pero también para el cliente. 

Los datos de movilidad nos permiten conocer el perfil del consumidor y poder saber cuáles son sus necesidades y sus deseos. El volumen de datos que genera Juan cuando usa su smartphone ayuda a dibujar un boceto de la clase de usuario que es, con unas determinadas características sociodemográficas, unos gustos y unas costumbres. De esta manera, las empresas logran entender mejor a sus clientes y pueden diseñar con mucha más efectividad sus campañas, apostando por una personalización de la oferta. 

Como empresa, con recomendaciones basadas en un perfil determinado, podemos responder con agilidad a lo que realmente quieren nuestros clientes. Pero, ¿esta práctica solo beneficia a las empresas? La realidad es que no. El usuario es uno de los grandes beneficiados, ya que la inteligencia de negocio por movilidad conecta al usuario con los productos que desea y genera experiencias aún más personalizadas. De esta manera, Juan solo recibe las promociones de aquellos productos en los que está realmente interesado según su perfil.

Cómo evitar aturdir al consumidor

A través del Big Data, se intenta reducir al máximo la sobrecarga informativa o ‘infoxicación’ a la que están expuestos los consumidores. Como usuarios, cada vez recibimos más impactos informativos, desde más dispositivos y de fuentes más diversas. Nos bombardean a cada minuto con multitud de mensajes que, en su mayoría, no llegamos a procesar. Con este boom informativo, no podemos asimilar la cantidad de datos que recibimos diariamente y, por ello, solo llegamos a digerir parte de la información. En muchas ocasiones, recibimos y absorbemos los estímulos que no nos interesan y nos perdemos los que realmente son de nuestro interés. 

La inteligencia de negocio por movilidad conecta al usuario con los productos que desea y genera experiencias aún más personalizadas. También reduce al máximo la sobrecarga informativa o a la que están expuestos los consumidores.

Pero la tecnología Mobility Intelligence puede cambiar esto. Hablamos de la transformación digital de la experiencia del consumidor. Un paso más allá en la percepción del comportamiento del usuario por parte de las empresas. Transformar una gran cantidad de datos en información con la que poder tomar mejores decisiones de negocio, permite a las empresas realizar una buena segmentación y lograr enfocarse en los clientes con más valor.  De esta manera, la oferta va dirigida a un target más limitado, lo que aumenta la efectividad de las campañas. Se trata de centrar el foco en los usuarios que realmente pueden estar más interesados en nosotros y, de esta manera, dejar de saturar al consumidor con mensajes que no le seducen.

Estos insights que nos brinda el Big Data permiten diseñar estrategias con mayor perspectiva, identificando las posibles oportunidades de crecimiento en el entorno seleccionado. Centrándonos en los puntos de venta, la inteligencia por movilidad es una tecnología con mucho potencial. Podremos adaptar la oferta de cada local a los diferentes perfiles de usuario que nos interesen en cada tienda, fidelizar a nuestros clientes con mensajes adaptados y captar nuevos públicos conociendo sus necesidades. Gracias a estos datos, mejoraremos la experiencia de compra de los clientes, utilizando un sistema de recomendaciones basado en su perfil y optimizar los puntos de venta activos. 

Las soluciones de Mobility Intelligence en el entorno retail pueden generar experiencias muy enriquecedoras para el cliente y hacer crecer exponencialmente la efectividad de las campañas de marketing de las compañías, de los puntos de venta e identificar nuevas oportunidades de negocio. Se trata de un estrategia win-win, porque Juan también dejará de sufrir la lluvia de mensajes y podrá procesar más fácilmente la información que recibe, que estará mucho más ajustada a sus intereses.